domingo, 6 de noviembre de 2011

Entre Grecia y Yo

Dice Ignacio Ruiz Quintano en su impecable y punzante columna de este sábado: "Defender el derecho de Grecia a votar lo que haga con su deuda nacional es defender mi derecho a votar en casa si le pago al Banco la hipoteca". Y añade lapidariamente: "Lo que pasa es que Grecia está muerta".
Esa es la razón por la que ese referendum nació más como bravuconada ocasional del padre que como necesidad vital del pueblo, que efectivamente está (económicamente) muerto, que, en realidad, es la manera más efectiva de estar hoy finiquitado.
¿Y yo? En tanto que moribundo hipotecado todavía me quedan fuerzas (aunque pocas) para ir a votar. Ahí radica la principal diferencia con los griegos. Yo aún no estoy muerto. Aunque mucho me temo que después del último esfuerzo del día 20 de noviembre tanto a mí como al resto de mis compatriotas las fuerzas sólo nos alcancen para comprobar cómo perdemos también todos los derechos, incluído el de una muerte digna (económicamente hablando).

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