martes, 7 de junio de 2016

Parque Güell, Gaudí, 1900-14

Sala hipóstila, Parque Güell


No hay duda de que Gaudí fue un arquitecto original, complejo y extravagante. Sobre todo, a partir de su estilo tardío que arranca con el nuevo siglo y su proyecto para el Parque Güell. Un arquitecto único –por eso no ha dejado discípulos-, pero de lo que no estamos tan seguros es de que fuera un arquitecto moderno. El debate nos llevaría demasiado lejos para este humilde formato, así que resolvemos incluirlo aquí simplemente porque es Gaudí.
Si tuviéramos que elegir una obra suya ésta sería el mencionado Parque Güell, 18 hectáreas de terreno inclinado en la ladera que da al mar de la montaña del Turó del Carmel, pertenecientes al industrial Eusebi Güell, más que su mejor cliente, su auténtico mecenas. Gaudí lo comienza en 1900 y le tiene ocupado hasta 1914. Lo que, en realidad, Güell le encargó fue una urbanización de lujo en la que el arquitecto tenía que proyectar 60 parcelas de entre 1000 y 1200 m2 cada una para levantar viviendas unifamiliares. La inversión resultó ser un fracaso comercial –solo se construyeron dos casas- pero de esa ladera pelada Gaudí hizo una obra de arte: respetando el magnetismo de la montaña la convirtió en el más asombroso mirador de la ciudad, a la vez que hizo de su ascenso, a través de una escalinata de cuatro tramos entre muros almenados, un ejercicio simbólico de elevación del espíritu.
Parque Güell, escalera principal


Pero lo que más nos fascina es el espacio donde acaba la escalera, la sala hipóstila que sostiene la principal terraza-mirador. Las columnas de hormigón están huecas para que por su interior puedan discurrir los desagues que drenan el agua de la plaza. La vista de las 86 columnas, de las que las 17 exteriores se hallan ligeramente inclinadas, genera una especie de bosque pétreo de lejanas reminiscencias góticas. Todo el conjunto parece sacado de la ambientación de un extraño cuento oriental.
Quiero destacar, por otra parte, que de todos los edificios civiles de Gaudí el que más me interesa es el Colegio de las Teresianas (1890). Las ventanas y pasillos de arcos parabólicos son impresionantes.

Pasillo de arcos parabólicos, Colegio de las Teresianas



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