martes, 20 de octubre de 2015

Michaël Borremans, la seducción que abruma



Borremans, nº 10, nº 11



Después de ver las 35 obras que Michaël Borremans ha traído al CAC malagueño bajo el ambiguo marbete de “Fixture” (semántica y fonéticamente turbio término que nos remite tanto a “instalación permanente” como a “figura”) tengo más claro que nunca estas tres cosas:

1.        .Que Borremans es el más “español” de todos los grandes pintores extranjeros. Su pincelada es manifiestamente velazqueña. Y su paleta también. No he visto a nadie desde los tiempos de Degas que manejara los grises ópticos de los fondos con  tal maestría.

2       .Que Borremans ha llegado a pintar como quería no hace tanto tiempo, seis o siete años a lo sumo. Basta observar las diferencias entre obras como “The Preservation” o el retrato llamado “One”, ambas de los primeros años de este siglo, y sus impresionantes retratos “The angel”, “The missile” o “Lakei”, todos ellos realizados a partir del 2010, para comprobar su fulgurante evolución técnica y cómo Borremans ha pasado de ser un nuevo figurativo más a ser Borremans a secas.

 3 .Que Borremans debe de ser un hombre muy inteligente y muy seguro de lo que hace y no parece dispuesto a perder un minuto de su tiempo en cuestionarse lo que significa ser hoy un pintor moderno. Sabe que lo es y eso le basta. Abruma y seduce a partes iguales




Borremans, Lakei, 2012

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