jueves, 9 de febrero de 2012

De un azul portugués


DE UN AZUL PORTUGUÉS
"Da minha lingua vê-se o mar"
Virgilio Ferreira
                                                                                                                              
                                                                                                               
A veces cuando vienes todo tiembla.
Se fugaban las estrellas en el cielo
e irrumpiste en mi destierro como una brisa
que trajera olores ya olvidados.
Te me acercas, Infancia, con arenas en el pelo,
enroscada entre los pinos, dejándome en los labios
el sabor acidulado de las algas.
Estoy aquí porque quise añadir a los rumores
de esta noche alentejana el confuso palpitar
de mi corazón desocupado. No vine a buscar nada.
No te esperaba. Vine a ser piedra con la piedra,
bruma estática en el aire y no esperes oír, Infancia,
lamento o súplica de sal en mi respiro.

Chillan las gaviotas navegantes y todo
me queda lejos. Como un heraldo mudo
la Infancia cifró su mensaje en las huellas de la arena.
Apenas visibles para el ojo las nubes
no se mueven, como palomas emplomadas.
He pasado aquí la noche y estoy donde quiero estar,
en el lugar exacto donde las palabras siempre llegan
un poco más tarde.
Lentamente los volúmenes van empapándose
de un azul portugués para luego, muy despacio,
irse haciendo transparentes. Ya no siento escalofríos.

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