sábado, 23 de febrero de 2013

Miserias Ilimitadas S. L.

Tomo prestado el título del propio autor. A Javier Núñez Gasco se le ocurrió un día montar una empresa dedicada a contratar gente para que se hiciera pasar por mendigo. La hacía sentarse en la calle con un cartel que animaba al transeúnte a dar limosna. Solo que el cartel estaba escrito en letras de neón y ahí estaba la trampa artística. A su galerista de ese momento, de Murcia, le pareció estupendo llevar la idea a Arco y allí puso a un falso pobre -al que tuvo que dar de alta en la Seguridad Social-  en un pasillo de la feria. "Miserias Limitadas" le llamó a la performance.
Hoy, de nuevo, Núñez Gasco ha vuelto a Arco y esta vez su "contribución artística" es distinta pero de naturaleza similar y, como la anterior, bastante pedestre. Esta vez es un felpudo, por cierto ya expuesto en la galería de Carlos Carvalho en 2005. Eso sí, un felpudo paradójico, hecho de fósforos marrones y rojos insertados en un tejido de malla donde puede leerse la frase (otra vez una frase) "Bienvenidos al calor del hogar".
Es decir, nos vende un objeto para el suelo cuya principal utilidad ha sido subvertida: si te limpias las suelas en él puedes salir chamuscado (si los fósforos son recios y de buena calidad). Aunque quizá, y bien pensado, ese sea su mejor destino: quemar a quien lo pise y, de paso, arder con él.


¿Se enterarán alguna vez los galeristas, marchantes y feriantes del arte de que el cliente actual ya no tiene tanto disponible como antes para estas simpáticas ocurrencias?

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