Pabellón Secesión, 1898 |
No es tanto un
edificio –que también- como un manifiesto programático y un acto de
autoafirmación. Y así fue entendido desde el principio por la mayoría de los
vieneses que no supieron digerirlo fácilmente. En realidad, es un templo del
arte nuevo y disidente, que en Viena adoptó el nombre de “Sezession”, levantado
con el único propósito de exponer en su interior las obras artísticas más
destacadas de dicho movimiento. Por ello en 1986 el Estado austríaco decidió
instalar de forma permanente en su planta baja el enorme friso que Klimt
dedicara a Beethoven, de 34 metros de largo, y que el artista hizo para la XIV
Exposición de la Secesión vienesa de 1902.
Olbrich,
destacado discípulo de Otto Wagner (y mucho más interesante e innovador que
él), fue su autor y uno de los arquitectos más influyentes de la arquitectura
moderna que estaba a punto de llegar. El destino truncó su carrera cuando aún
no tenía 40 años y este hecho nos ha impedido disfrutar seguramente de una de
las evoluciones personales más fascinantes y complejas de la arquitectura
europea del siglo XX.
Morfológicamente
es un cubo blanco y compacto conformado a través de diferentes volúmenes. El
edificio enfatiza su simetría con la escalinata de ingreso y la semiesfera de
hojas de laurel doradas que corona la entrada entre cuatro pilares. El
interior, dedicado a exposiciones, se halla dividido como una basílica, con su
alta nave central y dos naves menores a cada lado. El sistema de iluminación de
dicho espacio es verdaderamente magistral: un doble acristalamiento el cual
permite recibir la luz cenital, en primera instancia, a través de unas enormes
cristaleras a dos aguas ostensiblemente visibles desde el exterior para, acto
seguido, llegar al interior filtrada de nuevo por un cielorraso que logra esa
iluminación de la galería tan discreta y agradable al ojo.
Destacar, como
colofón, la divisa en letras de oro del frontispicio: “A cada época su arte, al
arte su libertad”.
![]() |
Maqueta del Pabellón. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario