Cuando el resto de sus vecinos europeos
se consumían en la Primera Guerra Mundial Holanda tuvo la fortuna de disfrutar
de paz entre 1914 y 1918, lo que le permitió una maduración gradual de las
tendencias anteriores a la guerra. H.P. Berlage, figura tutelar de la moderna
arquitectura holandesa, fue, por ejemplo, el primero en reivindicar las ideas
arquitectónicas de Wright en Europa. Por otra parte, destacados miembros del
movimiento De Stijl como Theo van
Doesburg o Gerrit Rietveld comienzan a preocuparse por las implicaciones
tridimensionales de la incipiente abstracción geométrica derivada del Cubismo.
En este marco de referencias hay que
situar a la “Escuela de Amsterdam”, un grupo de arquitectos de tendencia
expresionista en el que la figura legendaria de Michel de Klerk destaca sobre
cualquier otra. Los edificios de la “Escuela de Amsterdam” (básicamente
viviendas populares, escuelas y sedes de instituciones y servicios públicos) se
caracterizan por el uso del ladrillo con diversas texturas, muros ondulantes,
torres bulbosas, trabajos de forja y la inclinación por el uso de vidrieras y
ventanas en escalera. Quizá el mejor ejemplo construido de esta Escuela sea el
conjunto de viviendas llamado “Het Schip” por su vaga apariencia de navío. Es
la obra más representativa de De Klerk y su insólito aspecto, muy poco
convencional para un edificio de viviendas, no deja indiferente a nadie.
Proyectado en 1917, contiene 102 casas
para obreros, una sala de reuniones y una célebre oficina de correos que en
2001 se convirtió, precisamente, en el museo que alberga buena parte de los
fondos de la “Escuela de Amsterdam”. Los apartamentos de Het Schip supusieron
un cambio radical con respecto a las lamentables condiciones de vida que sufría
la clase trabajadora de Amsterdam hasta ese momento. Relativamente amplios,
disfrutaban de varias habitaciones, buena ventilación y correcto
aprovechamiento de la luz natural, así como de baño privado. Incluso las
viviendas de la planta baja disponían de un pequeño jardín particular.
Detalle de esquina |
Recomiendo la visita al museo a todo
amante de la arquitectura moderna, que incluye la posibilidad de entrar en una
vivienda restaurada tal y como fue concebida por De Klerk, pues explica
directamente y sin intermediarios por qué Amsterdam se convirtió en el principal
paradigma de la vivienda social europea de principios del XX.
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