De Burley Griffin
y Marion Mahony no puede decirse que sean, en verdad, epígonos de Wright sino
dos jóvenes arquitectos que se enfrentaron a sus primeros proyectos como
contratados en el estudio que Wright mantuvo en Oak Park. Bajo su paraguas
trabajaron hasta que, en el caso de Griffin, unas desavenencias profesionales
motivaron su marcha en 1905. Ella siguió trabajando allí unos años más como
proyectista y dibujante de Wright, la mejor que tuvo nunca. De ella ,por
ejemplo, son algunos de los diseños para chimeneas y mobiliario más
característicos de las casas del Wright de los primeros años del siglo XX.
En 1911 deciden
casarse y desde ese momento forman una pareja, también en lo profesional, que
muy pronto ve alcanzado el éxito. Su consagración llegará justo al año
siguiente, 1912, cuando ganan el concurso público para diseñar la nueva capital
de Australia, Camberra[1]. Ese
encargo les obliga a trasladarse de Estados Unidos a Australia en donde terminarán
estableciéndose por más de 20 años. Muy pronto tal colosal proyecto –concebido
a la manera de las entonces tan de moda “ciudades jardín”- se convertirá en un
calvario de frustraciones: retrasos continuados en las obras, obstáculos
burocráticos y políticos de toda condición y, para colmo, una drástica
reducción del presupuesto por culpa de los gastos originados por la 1ª Guerra
Mundial que obliga a reducir notablemente el alcance y la escala de todo el
proyecto.
Mientras bregaban
con tales calamidades recibieron el encargo de la Universidad Católica de
Melbourne de ampliar su campus con un nuevo edificio, el Newmann College, su
mejor obra en dicha ciudad junto con el famoso Teatro Capitol. Lo primero que
debe decirse del complejo universitario es que representó un desafío directo a
los modelos estilísticos vigentes hasta el momento para ese tipo de
edificaciones y que respondían a la potente tradición de Oxford y Cambridge.
Griffin y Mahony quisieron dar una respuesta distinta a la clásica idea de
combinar la educación superior con el ejercicio de la fe religiosa.
Todo el conjunto
se concibe en forma de L que, comparada con la planificación de los otros tres
colegios aledaños, resulta extremadamente atractiva y funcional. Dos largas
alas dedicadas a residencia de estudiantes conectan tres edificios comunales:
el comedor bajo la cúpula central y dos bloques en los extremos de cada ala
destinados a la enseñanza y el recreo de los estudiantes. Aunque con el paso
del tiempo ha habido cambios con respecto a las funciones para las que fueron
concebidos ciertos espacios y necesidades posteriores han obligado a ampliar
algunas zonas residenciales, el tejido constructivo ideado por el matrimonio
Griffin sigue aún reconociéndose.
En cuanto a la
cúpula, el elemento más icónico de todo el conjunto, decir que el hormigón
armado que la sostiene se concibió originalmente enlucido en cemento. Y solo en
los años 30 la parte exterior se enfundó en planchas de cobre. Durante la
construcción de la misma, Griffin patentó un novedoso sistema para la
construcción de paredes con baldosas de hormigón atornilladas al que llamó
“knitlock”, cuyo origen probablemente haya que buscarlo en otro sistema
parecido anterior ideado por el ingeniero francés Rémy-Jean-Paul Cottançin.
interior del comedor bajo la cúpula central |
[1] Como
dato curioso, señalar que Eliel Saarinen quedó finalista en dicho concurso,
justo por detrás del proyecto ganador.
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